Introducción
Alfonso el
Magnánimo comandó las operaciones militares en Nápoles, liderando muchos de los
ejércitos aragoneses que tomaron parte en el conflicto. Gracias a Saíz Serrano sabemos que Alfonso adoptó el estilo italiano de condotta, o soldados
mercenarios a sueldo, como usaban otros condotieros de su tiempo, Sforza,
Braccio da Montone, el Patriarca de Aquileya, ect.
La pregunta es
cómo eran esos ejércitos. Los ejércitos se organizaban en lanzas de tres hombres, estas lanzas podían ser pesadas (spezate) o
no, la variable era la armadura. Principalmente se trataba de ejércitos de
caballería con presencia de infantería, ballesteros y algunos spingarders, arcabuceros o pistoleros.
¿Cuál era el
armamento que utilizaban estas tropas? En esta primera edición quiero centrarme
en los caballeros con armadura.
Las pruebas
Existen
numerosas evidencias pictóricas y escultóricas de la época de Alfonso, una de
ellas son los relieves del Arco de Aragón en Castelnuovo de Nápoles, que
conmemora la conquista de Nápoles.
En esta
escultura podemos apreciar un tipo de armadura muy habitual en la Baja Edad
Media, la armadura de placas. Hay tres modelos especialmente conocidos de
armaduras de placas, la armadura gótica, la armadura de gendarmerie francesa y la armadura italiana. Este modelo de
armadura es originario de las forjas milanesas. A diferencia de las decoradas
armaduras góticas y francesas (para deflectar golpes) la armadura milanesa
funciona de otra manera. Durante su proceso de forja se calienta al rojo y
enfría en agua varias veces. Con esto se consigue modificar la estructura del
hierro para hacerlo más compacto y resistente. De esta manera los herreros
italianos pudieron hacer una armadura menos pesada al llevar menos piezas y el
metal poder ser más fino.
Según las
esculturas de Castelnuovo los caballeros de Alfonso, al menos los que
contratara en Italia, podrían haber llevado estas armaduras.
Características principales
Al menos en el aspecto visual, A-las
grebas (parte que protege de la rodilla al tobillo) terminan de forma recta, y
el espacio entre su fin y la rodillera se cubre o bien con cota de malla o más
adelante con una rodillera más larga y flexible, similar a la gótica. B- la codera izquierda es más grande que la derecha,
probablemente para actuar de protección con el escudo. C- el casco es el
elemento más significativo. De momento he identificado dos tipos de yelmo, un
bacinete abierto que no interfiere ni la respiración ni la vista, que asumo que
es más moderno, de mediados del siglo XV en adelante; y otro cerrado, llamado houndskull, “cabeza de perro de presa”,
un yelmo muy avanzado, con visera abatible y proyectado hacia afuera como el
morro de un perro, lo cual permitía una mejor oxigenación que un yelmo pegado a
la cara, y que además permitía desviar golpes cortantes fuera de la cara. Más
antiguo, aproximadamente de 1390-1400.
Conclusiones
Nuevos tipos de
armaduras para nuevos tipos de guerras. Las Guerras Italianas, próximas en el
tiempo a la Guerra de los Cien Años o la Guerra de las Dos Rosas son conflictos
donde la caballería con armadura tendría un importante rol luchando montada y a
pie junto a unidades de lanceros y ballesteros.
Se podía vivir
de la guerra y había gente dedicada al trabajo mercenario, ya he mencionado la
existencia de condotieros, habría que añadir que mantenían sus ejércitos por
años, generando unos poderosos vínculos de fidelidad, al punto que los
príncipes italianos los compraban para evitar que otros príncipes los usaran en
su contra. En este contexto tiene sentido que los profesionales de la guerra
utilicen el mejor equipo que se costeaban ellos mismos a través de los pagos
que se les hacían.
Vemos que se
aúnan dos momentos, los finales de la caballería feudal, que irónicamente
mejora su equipo y se profesionaliza, con el comienzo de los ejércitos
mantenidos por la tesorería de los príncipes. Estamos a las puertas de los
masivos ejércitos profesionales. Cuando este cambio tenga lugar ya no se podrán
financiar armaduras para todos, siendo las armaduras cada vez más específicas,
se reducen a demi-armor, que protege
tres cuartos del jinete (lo primero en desaparecer es la armadura de las
piernas), hasta quedar reducido a la coraza (a veces sin espaldar), casco, y a
veces hombreras y/o guanteletes.
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